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Gálatas 6:3 NTV
Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante.
Si bien todos necesitamos y debemos tener una buena autoestima, ella misma, nos puede traicionar en muchos momentos de la vida; y entonces nos sucede como lo dice el verso, nos consideramos demasiado importantes como para ayudar a las personas y con eso solo logramos engañarnos a nosotros mismos.
Normalmente nos echamos cargas pesadas sobre los hombros que no debemos cargar y resultamos malgeniados, contrariados, indispuestos, cansados y peleando por todo sin saber por qué y la razón principal es porque queremos cargar sobre nuestros hombros una responsabilidad que solo le corresponde a Jesús.
En esto radica el engaño del que nos habla el verso de hoy en que nos consideremos tan importantes que pretendamos en nuestras fuerzas salvar la vida de los demás, cuando el único salvador y solucionador de los problemas y de la vida de los demás se llama Jesús,
Vamos a orar.
Perdón Señor porque cuando quiero ayudar a los demás, seguramente pienso que soy el mejor o que solo yo lo puedo arreglar…perdóname Señor, pues hoy reconozco y estoy seguro que tu, solamente tu, eres la solución y la salvación para todas las personas que me rodean y para mi mismo…hoy decido dejar en tus manos mis problemas, mis cargas y toda mi contradicción y descansar completamente en tu perfecta voluntad para mi vida y la de los demás, en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 17 Mayo. No eres tan importante.
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Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante.
Si bien todos necesitamos y debemos tener una buena autoestima, ella misma, nos puede traicionar en muchos momentos de la vida; y entonces nos sucede como lo dice el verso, nos consideramos demasiado importantes como para ayudar a las personas y con eso solo logramos engañarnos a nosotros mismos.
Normalmente nos echamos cargas pesadas sobre los hombros que no debemos cargar y resultamos malgeniados, contrariados, indispuestos, cansados y peleando por todo sin saber por qué y la razón principal es porque queremos cargar sobre nuestros hombros una responsabilidad que solo le corresponde a Jesús.
En esto radica el engaño del que nos habla el verso de hoy en que nos consideremos tan importantes que pretendamos en nuestras fuerzas salvar la vida de los demás, cuando el único salvador y solucionador de los problemas y de la vida de los demás se llama Jesús,
Vamos a orar.
Perdón Señor porque cuando quiero ayudar a los demás, seguramente pienso que soy el mejor o que solo yo lo puedo arreglar…perdóname Señor, pues hoy reconozco y estoy seguro que tu, solamente tu, eres la solución y la salvación para todas las personas que me rodean y para mi mismo…hoy decido dejar en tus manos mis problemas, mis cargas y toda mi contradicción y descansar completamente en tu perfecta voluntad para mi vida y la de los demás, en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes