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Proverbios 12:24. NTV: «Trabaja duro y serás un líder; sé flojo y serás un esclavo.»
Qué perfecto y directo es este verso de proverbios, que nos da la respuesta del por qué unas personas tienen el don del liderazgo y otras definitivamente siempre van a ser subordinados.
Como lo dice el verso, quien trabaja duro será un gran líder, y trabajar duro, en este y en la mayoría de los casos, significa perseverar, mantenerse, planear, tomar decisiones, escribir, ejecutar, definir horarios, levantarse temprano, insistir con fe en los proyectos o planes que Dios haya delineado y, sobre todo, no abandonar esa idea que claramente puede marcar la diferencia entre el hoy y el mañana.
Normalmente podemos declinar fácilmente y de muchas maneras cuando renunciamos a cumplir las metas que nos hemos propuesto, o cuando, por alguna razón, decidimos detener los planes y propósitos que han sido puestos sobre la mesa como un plan de vida, un plan de negocios o un plan de vida juntos.
Claro está que, si somos de aquellos que a la primera de cambio o al mínimo viento en contra desistimos de lo que estamos haciendo, posiblemente no vamos a llegar a ser los líderes que anhelamos ser, sino, como lo dice el verso, vamos a ser esclavos, si demostramos, en vez de capacidades y disposición, flojera, negativismo y falta de compromiso en todas las cosas que hagamos.
Vamos a orar:
Amado Dios, solo tú me puedes facultar para ser el líder que tú quieres que yo sea. Yo te pido que me permitas actuar con determinación y carácter firme en todo aquello que tú me has enseñado a hacer y en lo cual yo actualmente estoy trabajando. Ayúdame a planear, a discernir y a ejecutar acciones concretas que me permitan ser el mejor en lo que hago y, desde luego, demostrar con ello que no ha sido en vano lo que tú me has dado para ser el líder que tú quieres que yo sea en el lugar en donde me has puesto para vivir. Enséñame, Señor, te lo ruego, y moldea en mí el carácter firme de un líder que trabaja duro y que sea inspiración para muchas personas más. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª temporada, 22 de noviembre. El buen líder trabaja duro.
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Proverbios 12:24. NTV: «Trabaja duro y serás un líder; sé flojo y serás un esclavo.»
Qué perfecto y directo es este verso de proverbios, que nos da la respuesta del por qué unas personas tienen el don del liderazgo y otras definitivamente siempre van a ser subordinados.
Como lo dice el verso, quien trabaja duro será un gran líder, y trabajar duro, en este y en la mayoría de los casos, significa perseverar, mantenerse, planear, tomar decisiones, escribir, ejecutar, definir horarios, levantarse temprano, insistir con fe en los proyectos o planes que Dios haya delineado y, sobre todo, no abandonar esa idea que claramente puede marcar la diferencia entre el hoy y el mañana.
Normalmente podemos declinar fácilmente y de muchas maneras cuando renunciamos a cumplir las metas que nos hemos propuesto, o cuando, por alguna razón, decidimos detener los planes y propósitos que han sido puestos sobre la mesa como un plan de vida, un plan de negocios o un plan de vida juntos.
Claro está que, si somos de aquellos que a la primera de cambio o al mínimo viento en contra desistimos de lo que estamos haciendo, posiblemente no vamos a llegar a ser los líderes que anhelamos ser, sino, como lo dice el verso, vamos a ser esclavos, si demostramos, en vez de capacidades y disposición, flojera, negativismo y falta de compromiso en todas las cosas que hagamos.
Vamos a orar:
Amado Dios, solo tú me puedes facultar para ser el líder que tú quieres que yo sea. Yo te pido que me permitas actuar con determinación y carácter firme en todo aquello que tú me has enseñado a hacer y en lo cual yo actualmente estoy trabajando. Ayúdame a planear, a discernir y a ejecutar acciones concretas que me permitan ser el mejor en lo que hago y, desde luego, demostrar con ello que no ha sido en vano lo que tú me has dado para ser el líder que tú quieres que yo sea en el lugar en donde me has puesto para vivir. Enséñame, Señor, te lo ruego, y moldea en mí el carácter firme de un líder que trabaja duro y que sea inspiración para muchas personas más. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes