Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify |
Romanos 14:12 NTV. Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios.
Es muy común que, en las conversaciones cotidianas, nos juzguemos los unos a los otros y critiquemos lo que pasa con las personas que conocemos, e incluso con las que no conocemos.
El pan diario de muchos corredores de oficina, o de muchas mesitas de café en restaurantes y cafeterías, o de muchas cocinas de hogares en el mundo, es el juicio, la crítica y la murmuración; Con lo que terminamos cayendo en el abismo enceguecedor del creernos más que los demás o más perfectos.
La verdad es que se vuelve tan cotidiano que terminamos criticando de manera indiscriminada, sin saber que, con ello, nos estamos equivocando y, finalmente, nos hacemos daño sin entenderlo.
Por eso, el verso de hoy nos anima a parar, de una vez por todas, tanta crítica, tanto chisme, tanta murmuración y tanto paredón al que nos exponemos mutuamente, como leones que devoran a su presa. Por eso, dice el verso (Romanos 14:12 NTV): «Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios».
Vamos a orar.
Amado Dios, perdóname por mi juicio, mi crítica y tanta irreverencia al pretender juzgar a los demás y mirarlos a través de mi lente. Cambia mi vida y todo lo que soy, y no me permitas extralimitarme, pues no sé si algún día yo mismo sea señalado. Enseñame, Señor, a mantener mis límites y, más bien, a esperar confiadamente en ti tu dirección. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 15 de enero. Solo Dios lo sabe.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | RSS
Romanos 14:12 NTV. Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios.
Es muy común que, en las conversaciones cotidianas, nos juzguemos los unos a los otros y critiquemos lo que pasa con las personas que conocemos, e incluso con las que no conocemos.
El pan diario de muchos corredores de oficina, o de muchas mesitas de café en restaurantes y cafeterías, o de muchas cocinas de hogares en el mundo, es el juicio, la crítica y la murmuración; Con lo que terminamos cayendo en el abismo enceguecedor del creernos más que los demás o más perfectos.
La verdad es que se vuelve tan cotidiano que terminamos criticando de manera indiscriminada, sin saber que, con ello, nos estamos equivocando y, finalmente, nos hacemos daño sin entenderlo.
Por eso, el verso de hoy nos anima a parar, de una vez por todas, tanta crítica, tanto chisme, tanta murmuración y tanto paredón al que nos exponemos mutuamente, como leones que devoran a su presa. Por eso, dice el verso (Romanos 14:12 NTV): «Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante Dios».
Vamos a orar.
Amado Dios, perdóname por mi juicio, mi crítica y tanta irreverencia al pretender juzgar a los demás y mirarlos a través de mi lente. Cambia mi vida y todo lo que soy, y no me permitas extralimitarme, pues no sé si algún día yo mismo sea señalado. Enseñame, Señor, a mantener mis límites y, más bien, a esperar confiadamente en ti tu dirección. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes