Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify |
Mateo 11:28 NVI. »Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Muchas veces, cuando se trata de pedir ayuda, podemos pensar que, si lo hacemos, nos vamos a mostrar como débiles y que entonces el mejor no hacerlo. Así mismo, podemos pensar erróneamente: «Yo no necesito ayuda, todo lo tengo bajo control». Y la verdad es que mostrar nuestra vulnerabilidad y nuestra debilidad se hace cada vez más difícil en una época en la que todo el mundo quiere mostrar perfección, aunque por dentro las cosas no estén de la mejor manera.
Finalmente, podemos pensar también equivocadamente que otras personas están peor que yo, así que, ¿para qué hacer alboroto o llamar la atención pidiendo ayuda? Por eso, el verso de hoy nos dice: «¿Estás deprimido, con ansiedad, sin saber para dónde coger y con la cabeza llena de dudas y marañas desordenadas que no te dejan seguir adelante ni encontrar una salida?» Pues Mateo 11:28 NVI dice: »Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Vamos a orar.
Señor, gracias por recordarme que siempre puedo venir a ti, a tus brazos que me levantan y me dan un nuevo respiro y aliento. Te necesito, Señor, rescátame y hazme de nuevo. Decido entregarte mi queja, mi angustia, mi preocupación y cansancio, y reposar completamente en ti, pues en medio de mi tormento solo tú me puedes dar descanso. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 2 de marzo. Necesito ayuda.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | RSS
Mateo 11:28 NVI. »Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Muchas veces, cuando se trata de pedir ayuda, podemos pensar que, si lo hacemos, nos vamos a mostrar como débiles y que entonces el mejor no hacerlo. Así mismo, podemos pensar erróneamente: «Yo no necesito ayuda, todo lo tengo bajo control». Y la verdad es que mostrar nuestra vulnerabilidad y nuestra debilidad se hace cada vez más difícil en una época en la que todo el mundo quiere mostrar perfección, aunque por dentro las cosas no estén de la mejor manera.
Finalmente, podemos pensar también equivocadamente que otras personas están peor que yo, así que, ¿para qué hacer alboroto o llamar la atención pidiendo ayuda? Por eso, el verso de hoy nos dice: «¿Estás deprimido, con ansiedad, sin saber para dónde coger y con la cabeza llena de dudas y marañas desordenadas que no te dejan seguir adelante ni encontrar una salida?» Pues Mateo 11:28 NVI dice: »Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Vamos a orar.
Señor, gracias por recordarme que siempre puedo venir a ti, a tus brazos que me levantan y me dan un nuevo respiro y aliento. Te necesito, Señor, rescátame y hazme de nuevo. Decido entregarte mi queja, mi angustia, mi preocupación y cansancio, y reposar completamente en ti, pues en medio de mi tormento solo tú me puedes dar descanso. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes