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Hebreos 6:11 NTV. «Nuestro gran deseo es que sigan amando a los demás mientras tengan vida, para asegurarse de que lo que esperan se hará realidad.»
Qué hermosa y perfecta es la palabra de Dios, pues muchos de nosotros nos preguntamos a veces por qué las cosas no nos han salido como queremos y por qué tantos procesos en nuestra vida se pueden ver rezagados y obstaculizados por múltiples circunstancias.
El verso de hoy nos habla de una condición de vida que nos llevará siempre a lo mejor, a las mejores cosechas o a las mejores oportunidades, y de pronto, ¿por qué no?, a la mejor versión de nosotros mismos. Por eso, el verso dice, y más que decir, creo yo que busca la idea de que podamos adherirlo a nuestro ser y hasta el tuétano de los huesos (Hebreos 6:11 NTV). «Nuestro gran deseo es que sigan amando a los demás mientras tengan vida, para asegurarse de que lo que esperan se hará realidad.»
Y esa es la estrategia más efectiva detrás de todo lo que podamos hacer: asegurarnos de seguir amando a los demás mientras tengamos vida, pues solo de esta manera vamos a recibir lo que esperamos que se haga realidad en nuestras vidas.
Vamos a orar.
Perdóname, Señor, mi egoísmo y mi falta de fe, mi manera individualista de querer lograr todo sin interesarme realmente por los demás. Hoy reconozco que si no tengo amor por mí, no puedo tener amor por los demás. Enséñame a amarme, Señor, y a amar y a interesarme verdaderamente por los demás. No quiero más metas ni más deseos, ni más sueños desprovistos de tu amor. Te necesito, Señor, dueño de mi vida. Pongo en tus manos mis anhelos y todo lo que soy. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 5 de marzo. Si quieres que se haga realidad.
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Hebreos 6:11 NTV. «Nuestro gran deseo es que sigan amando a los demás mientras tengan vida, para asegurarse de que lo que esperan se hará realidad.»
Qué hermosa y perfecta es la palabra de Dios, pues muchos de nosotros nos preguntamos a veces por qué las cosas no nos han salido como queremos y por qué tantos procesos en nuestra vida se pueden ver rezagados y obstaculizados por múltiples circunstancias.
El verso de hoy nos habla de una condición de vida que nos llevará siempre a lo mejor, a las mejores cosechas o a las mejores oportunidades, y de pronto, ¿por qué no?, a la mejor versión de nosotros mismos. Por eso, el verso dice, y más que decir, creo yo que busca la idea de que podamos adherirlo a nuestro ser y hasta el tuétano de los huesos (Hebreos 6:11 NTV). «Nuestro gran deseo es que sigan amando a los demás mientras tengan vida, para asegurarse de que lo que esperan se hará realidad.»
Y esa es la estrategia más efectiva detrás de todo lo que podamos hacer: asegurarnos de seguir amando a los demás mientras tengamos vida, pues solo de esta manera vamos a recibir lo que esperamos que se haga realidad en nuestras vidas.
Vamos a orar.
Perdóname, Señor, mi egoísmo y mi falta de fe, mi manera individualista de querer lograr todo sin interesarme realmente por los demás. Hoy reconozco que si no tengo amor por mí, no puedo tener amor por los demás. Enséñame a amarme, Señor, y a amar y a interesarme verdaderamente por los demás. No quiero más metas ni más deseos, ni más sueños desprovistos de tu amor. Te necesito, Señor, dueño de mi vida. Pongo en tus manos mis anhelos y todo lo que soy. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes