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Isaías 44:2-3 NTV. «El SEÑOR que te hizo y que te ayuda, dice: «No tengas miedo, oh Jacob, siervo mío, mi amado Israel, mi elegido. [3] Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos».»
Una cosa queda clara al leer este verso: el Señor te hizo y no solo eso, sino que te ayuda. Además de todo esto, el verso de Isaías dice que no debemos tener miedo, de nada ni de nadie, pues el mundo lo único que hace es buscarnos motivos para estar atemorizados, por la economía, por la soledad, por el caos, por los hijos, por el futuro y por cuantas cosas más que no deberíamos temer.
Además de todo esto, Dios siempre con su palabra nos reafirma y, como lo dice el verso, nos dice que somos suyos, amados y elegidos. Que Él es el único que puede calmar nuestra sed y que puede regar nuestros campos resecos, y seguramente son muchos los campos resecos que podemos tener en la vida, que necesitan ser regados por el Señor y alimentados de nuevo para volver a vivir.
Termina el verso diciendo que solo Dios puede derramar su Espíritu sobre nosotros como sus hijos y que de igual manera lo hará sobre nuestras familias.
Yo sé que a veces podemos tener situaciones graves y otras que realmente no lo son, pero que a la larga necesitan solución. Y esa opción directa está en la persona de Jesús. Solo en Él, de su mano y a su lado.
Vamos a orar.
Señor, hoy decido volver a ti y entregarte todos mis miedos y mis inseguridades. Tú eres mi Dios y solamente en ti puedo encontrar el reposo y la calma que tanto necesito. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 10 de marzo. Eres escogido.
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Isaías 44:2-3 NTV. «El SEÑOR que te hizo y que te ayuda, dice: «No tengas miedo, oh Jacob, siervo mío, mi amado Israel, mi elegido. [3] Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos».»
Una cosa queda clara al leer este verso: el Señor te hizo y no solo eso, sino que te ayuda. Además de todo esto, el verso de Isaías dice que no debemos tener miedo, de nada ni de nadie, pues el mundo lo único que hace es buscarnos motivos para estar atemorizados, por la economía, por la soledad, por el caos, por los hijos, por el futuro y por cuantas cosas más que no deberíamos temer.
Además de todo esto, Dios siempre con su palabra nos reafirma y, como lo dice el verso, nos dice que somos suyos, amados y elegidos. Que Él es el único que puede calmar nuestra sed y que puede regar nuestros campos resecos, y seguramente son muchos los campos resecos que podemos tener en la vida, que necesitan ser regados por el Señor y alimentados de nuevo para volver a vivir.
Termina el verso diciendo que solo Dios puede derramar su Espíritu sobre nosotros como sus hijos y que de igual manera lo hará sobre nuestras familias.
Yo sé que a veces podemos tener situaciones graves y otras que realmente no lo son, pero que a la larga necesitan solución. Y esa opción directa está en la persona de Jesús. Solo en Él, de su mano y a su lado.
Vamos a orar.
Señor, hoy decido volver a ti y entregarte todos mis miedos y mis inseguridades. Tú eres mi Dios y solamente en ti puedo encontrar el reposo y la calma que tanto necesito. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes