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Santiago 1:2-4 NVI: «Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada».
Yo sé que muchos de nosotros podemos decir en algún momento de la vida: «¿Por qué a mí, Señor? ¿Por qué a mí me pasan todas estas cosas? No es justo. Nunca me imaginé que pasara algo como esto, o que llegara a experimentar tal dolor y tal incertidumbre».
Y en medio de las situaciones difíciles, Dios usa la adversidad para hacernos crecer en fe, perseverancia y madurez espiritual. Siempre podemos regocijarnos en lo que ganaremos a través de nuestras luchas, pues la fe se perfecciona a través de las pruebas que nos llevan a depender completamente de Dios.
El verso dice que, aun en medio de la prueba, debemos dar gracias a Dios, pues la única manera de encontrar la constancia que necesitamos para depender de El, viene a través de esa prueba. Y esa prueba llevará a feliz término la obra que Dios está forjando en cada uno de nosotros, para que seamos perfectos e íntegros, y nunca nos falte nada.
Vamos a orar.
Gracias, Señor, pues seguro estoy de que algo estás haciendo en medio de esta prueba. Solo tú lo sabes, Señor, y solo tú conoces el fin de todo esto. Hoy decido volver a ti y darte mi vida. Te entrego mis aflicciones, mis problemas y toda mi inseguridad. Descanso en ti y en tu perfecta voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 30 de marzo. Adversidad.
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Santiago 1:2-4 NVI: «Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada».
Yo sé que muchos de nosotros podemos decir en algún momento de la vida: «¿Por qué a mí, Señor? ¿Por qué a mí me pasan todas estas cosas? No es justo. Nunca me imaginé que pasara algo como esto, o que llegara a experimentar tal dolor y tal incertidumbre».
Y en medio de las situaciones difíciles, Dios usa la adversidad para hacernos crecer en fe, perseverancia y madurez espiritual. Siempre podemos regocijarnos en lo que ganaremos a través de nuestras luchas, pues la fe se perfecciona a través de las pruebas que nos llevan a depender completamente de Dios.
El verso dice que, aun en medio de la prueba, debemos dar gracias a Dios, pues la única manera de encontrar la constancia que necesitamos para depender de El, viene a través de esa prueba. Y esa prueba llevará a feliz término la obra que Dios está forjando en cada uno de nosotros, para que seamos perfectos e íntegros, y nunca nos falte nada.
Vamos a orar.
Gracias, Señor, pues seguro estoy de que algo estás haciendo en medio de esta prueba. Solo tú lo sabes, Señor, y solo tú conoces el fin de todo esto. Hoy decido volver a ti y darte mi vida. Te entrego mis aflicciones, mis problemas y toda mi inseguridad. Descanso en ti y en tu perfecta voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes