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Proverbios 17:26 NTV. Está mal castigar al justo por ser bueno o azotar a los líderes por ser honestos.
Cuando nos damos a la tarea de evidenciar las características de un buen líder, podemos encontrar versos como estos en el diario de Dios, que nos enseñan a ser prudentes y cautelosos en el momento de tomar decisiones con las personas que están a nuestro cargo, ya sea en un trabajo o en el hogar.
Por eso dice el verso: «Está mal castigar al justo por ser bueno o azotar a los líderes por ser honestos». En este caso, el líder debe contemplar un panorama mucho más integral antes de permitirse tomar decisiones de castigo o sanción, pues en muchas ocasiones, como lo estudiamos ayer, podemos llamar a lo bueno malo y a lo malo bueno y terminar castigando al justo o azotando al que lo ha hecho con más honestidad que todos los demás.
Vamos a orar.
Amado Señor, no me permitas ser injusto en las determinaciones laborales o relacionales que tenga. Más bien, te ruego me des discernimiento y entendimiento, de tal manera que obre de manera justa y equitativa en todas las situaciones. Enséñame, Señor, en el nombre de Jesús, amén
Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª temporada, 24 de noviembre. El buen líder es prudente.
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Proverbios 17:26 NTV. Está mal castigar al justo por ser bueno o azotar a los líderes por ser honestos.
Cuando nos damos a la tarea de evidenciar las características de un buen líder, podemos encontrar versos como estos en el diario de Dios, que nos enseñan a ser prudentes y cautelosos en el momento de tomar decisiones con las personas que están a nuestro cargo, ya sea en un trabajo o en el hogar.
Por eso dice el verso: «Está mal castigar al justo por ser bueno o azotar a los líderes por ser honestos». En este caso, el líder debe contemplar un panorama mucho más integral antes de permitirse tomar decisiones de castigo o sanción, pues en muchas ocasiones, como lo estudiamos ayer, podemos llamar a lo bueno malo y a lo malo bueno y terminar castigando al justo o azotando al que lo ha hecho con más honestidad que todos los demás.
Vamos a orar.
Amado Señor, no me permitas ser injusto en las determinaciones laborales o relacionales que tenga. Más bien, te ruego me des discernimiento y entendimiento, de tal manera que obre de manera justa y equitativa en todas las situaciones. Enséñame, Señor, en el nombre de Jesús, amén
MIguel Montes