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2 Pedro 2:9 NTV. Como ven, el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios…
Es impresionante cómo la vida y la cotidianidad nos van presentando oportunidades o situaciones que, cuando suceden, nos damos cuenta que se pueden convertir para nosotros en una prueba.
Resultamos de pronto haciendo cosas que ya habíamos dejado de hacer y de pronto consintiendo situaciones que para nosotros antes significaban solo pasatiempos que, en vez de acercarnos a Dios, nos alejaban de su presencia.
Aun así, el Señor es el creador de las nuevas oportunidades y los nuevos comienzos, y aun más, ya conoce de antemano todo lo que vamos a hacer y seguramente los aprendizajes que podemos tener de todos ellos. Por eso, como lo dice el verso, «el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios…» Y eso es lo mejor de todo, que no importa las pruebas por las que pasemos, «el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios…»
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por rescatarme de la prueba y por permitirme descansar en ti y en tu gran amor, pues me conoces y me examinas en lo profundo de mi corazón, y como lo dice tu palabra, solo tú puedes encontrar si en mi conducta hay mal alguno. Aun así, como todo lo tuyo, que es bueno, perfecto y agradable, sabes cómo venir de nuevo a mí y rescatarme de las pruebas que no solo yo, sino todos nosotros experimentamos. Te ruego que sigas haciendo de mí una persona obediente, anhelante y hambrienta de ti, pues solo tú me puedes dar vida en abundancia y limpiarme de toda maldad, en el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª temporada, 4 de diciembre. Dios me sabe rescatar.
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2 Pedro 2:9 NTV. Como ven, el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios…
Es impresionante cómo la vida y la cotidianidad nos van presentando oportunidades o situaciones que, cuando suceden, nos damos cuenta que se pueden convertir para nosotros en una prueba.
Resultamos de pronto haciendo cosas que ya habíamos dejado de hacer y de pronto consintiendo situaciones que para nosotros antes significaban solo pasatiempos que, en vez de acercarnos a Dios, nos alejaban de su presencia.
Aun así, el Señor es el creador de las nuevas oportunidades y los nuevos comienzos, y aun más, ya conoce de antemano todo lo que vamos a hacer y seguramente los aprendizajes que podemos tener de todos ellos. Por eso, como lo dice el verso, «el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios…» Y eso es lo mejor de todo, que no importa las pruebas por las que pasemos, «el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios…»
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por rescatarme de la prueba y por permitirme descansar en ti y en tu gran amor, pues me conoces y me examinas en lo profundo de mi corazón, y como lo dice tu palabra, solo tú puedes encontrar si en mi conducta hay mal alguno. Aun así, como todo lo tuyo, que es bueno, perfecto y agradable, sabes cómo venir de nuevo a mí y rescatarme de las pruebas que no solo yo, sino todos nosotros experimentamos. Te ruego que sigas haciendo de mí una persona obediente, anhelante y hambrienta de ti, pues solo tú me puedes dar vida en abundancia y limpiarme de toda maldad, en el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes