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Juan 4:14 NTV. «Pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna».
Cada año, la vida nos presenta nuevas oportunidades, y las más importantes son aquellas que tienen que ver con lo que somos y, sobre todo, lo que somos en la intimidad, pues a veces podemos seguir luchando con la inseguridad, con los vicios, los hábitos, la tristeza, las peleas, el carácter, la insatisfacción, y muchas cosas más. Nuevas oportunidades son las que cada día Dios trae para nosotros, y la verdad es más sencillo de lo que nos imaginamos tomarlas y hacerlas nuestras para beneficio propio y de todos los que nos rodean.
Por eso, el verso de hoy dice: «Todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás», y esta es la primera decisión y acción que hay que llevar a la práctica para que tengas esta nueva oportunidad. Abrir tu Biblia, conseguir una si no la tienes aún, y comenzar a encontrar en ella la verdadera agua que sacie tu sed y te permita ser la persona que anhelas llegar a ser.
Así mismo, sigue diciendo el verso, a propósito de las nuevas oportunidades: que «Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna». Y esto es lo que en este momento comienza a pasar en ti, al escuchar y entender la bendita palabra de Dios y los propósitos que Él tiene para tu vida; las fuerzas se renuevan y las ideas se aclaran, el manantial brota con tanta frescura dentro de ti que te llenas de vida y esa vida te lleva a tener la seguridad de una vida eterna con Dios.
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por este año que para mí significa una nueva oportunidad. Quiero cambiar y llegar a ser la persona que tú quieres que yo sea, y esa persona que dé lo mejor de mí y descanse en tus fuerzas y tu bendita gracia y amor. Solo tú puedes cambiarme y solo tú puedes hacerme nuevo. Te lo ruego, Señor, cámbiame y dame la dirección que necesito en tu palabra para vivir lleno de ti. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 3 de Enero. Date una oportunidad.
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Juan 4:14 NTV. «Pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna».
Cada año, la vida nos presenta nuevas oportunidades, y las más importantes son aquellas que tienen que ver con lo que somos y, sobre todo, lo que somos en la intimidad, pues a veces podemos seguir luchando con la inseguridad, con los vicios, los hábitos, la tristeza, las peleas, el carácter, la insatisfacción, y muchas cosas más. Nuevas oportunidades son las que cada día Dios trae para nosotros, y la verdad es más sencillo de lo que nos imaginamos tomarlas y hacerlas nuestras para beneficio propio y de todos los que nos rodean.
Por eso, el verso de hoy dice: «Todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás», y esta es la primera decisión y acción que hay que llevar a la práctica para que tengas esta nueva oportunidad. Abrir tu Biblia, conseguir una si no la tienes aún, y comenzar a encontrar en ella la verdadera agua que sacie tu sed y te permita ser la persona que anhelas llegar a ser.
Así mismo, sigue diciendo el verso, a propósito de las nuevas oportunidades: que «Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna». Y esto es lo que en este momento comienza a pasar en ti, al escuchar y entender la bendita palabra de Dios y los propósitos que Él tiene para tu vida; las fuerzas se renuevan y las ideas se aclaran, el manantial brota con tanta frescura dentro de ti que te llenas de vida y esa vida te lleva a tener la seguridad de una vida eterna con Dios.
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por este año que para mí significa una nueva oportunidad. Quiero cambiar y llegar a ser la persona que tú quieres que yo sea, y esa persona que dé lo mejor de mí y descanse en tus fuerzas y tu bendita gracia y amor. Solo tú puedes cambiarme y solo tú puedes hacerme nuevo. Te lo ruego, Señor, cámbiame y dame la dirección que necesito en tu palabra para vivir lleno de ti. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes