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Juan 2:7-8 NTV. Jesús les dijo a los sirvientes: «Llenen las tinajas con agua». Una vez que las tinajas estuvieron llenas, [8] les dijo: «Ahora saquen un poco y llévenselo al maestro de ceremonias». Así que los sirvientes siguieron sus indicaciones.
Todos, en algún momento de la vida, hemos estado en alguna situación en la que sabemos que ya no tenemos nada más y que no nos alcanza para seguir, y este relato muestra cómo en una boda, a los anfitriones se les acabó el vino, y así mismo vemos cómo Jesús hizo un milagro, sin avergonzar a los anfitriones delante de todos sus invitados.
Estos son esos milagros que, cuando vienen, podemos decir que Dios mismo lo hizo de manera invisible, sin avergonzarnos frente a nadie, y más bien trayendo una salida que solo puede provenir del cielo.
Seguramente, alguna vez no has tenido para pagar las pensiones de los colegios, o los semestres de las universidades, o en otras cosas no has tenido cómo pagar las deudas que tanto nos pueden acosar y avergonzar, pero Dios, de manera sobrenatural, te da una salida, para que no salgas burlado ni abucheado por nadie a tu alrededor.
Dios sabe en lo secreto cuando me falta el Vino Nuevo y no me avergüenza delante de los invitados, y si lo invitaste a la boda, si lo invitaste a tu vida y a tu situación, Él arreglará y hará lo que tenga que hacer para no dejarte en vergüenza, y además de eso, buscará la manera de darte honra y alabanza, como lo hizo en este verso a través del maestro de ceremonias.
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por ser preciso y oportuno en cada una de mis necesidades, pues todo lo sabes. Hoy te invito a mi vida, a mi hogar, a mi trabajo y a mi mente y corazón, y te pido que, en medio de mi debilidad y mi necesidad, llenes las tinajas de vino nuevo.
Mi vino nuevo eres tú, y descanso en el perfecto amor que proviene de ti, en el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 4 de Enero. El sabe que no tienes vino.
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Juan 2:7-8 NTV. Jesús les dijo a los sirvientes: «Llenen las tinajas con agua». Una vez que las tinajas estuvieron llenas, [8] les dijo: «Ahora saquen un poco y llévenselo al maestro de ceremonias». Así que los sirvientes siguieron sus indicaciones.
Todos, en algún momento de la vida, hemos estado en alguna situación en la que sabemos que ya no tenemos nada más y que no nos alcanza para seguir, y este relato muestra cómo en una boda, a los anfitriones se les acabó el vino, y así mismo vemos cómo Jesús hizo un milagro, sin avergonzar a los anfitriones delante de todos sus invitados.
Estos son esos milagros que, cuando vienen, podemos decir que Dios mismo lo hizo de manera invisible, sin avergonzarnos frente a nadie, y más bien trayendo una salida que solo puede provenir del cielo.
Seguramente, alguna vez no has tenido para pagar las pensiones de los colegios, o los semestres de las universidades, o en otras cosas no has tenido cómo pagar las deudas que tanto nos pueden acosar y avergonzar, pero Dios, de manera sobrenatural, te da una salida, para que no salgas burlado ni abucheado por nadie a tu alrededor.
Dios sabe en lo secreto cuando me falta el Vino Nuevo y no me avergüenza delante de los invitados, y si lo invitaste a la boda, si lo invitaste a tu vida y a tu situación, Él arreglará y hará lo que tenga que hacer para no dejarte en vergüenza, y además de eso, buscará la manera de darte honra y alabanza, como lo hizo en este verso a través del maestro de ceremonias.
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por ser preciso y oportuno en cada una de mis necesidades, pues todo lo sabes. Hoy te invito a mi vida, a mi hogar, a mi trabajo y a mi mente y corazón, y te pido que, en medio de mi debilidad y mi necesidad, llenes las tinajas de vino nuevo.
Mi vino nuevo eres tú, y descanso en el perfecto amor que proviene de ti, en el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes