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Juan 8:32 NTV. Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Si nos damos cuenta, la mayoría de las dificultades que podemos experimentar vienen a nosotros por causa de los engaños y mentiras a los que les damos cabida en nuestras vidas. Uno de ellos viene disfrazado de apariencias, y con ellas, el pretender que todos allá afuera vean una versión de nosotros que realmente no existe o no es como se ve.
Muchas otras personas siguen lidiando en su intimidad con relaciones rotas con sus hijos, o sus cónyuges, y con mentiras y engaños que se van volviendo cotidianos. O, más bien, de esos asuntos de los que es mejor no hablar porque, ¿para qué?.
Así mismo, podemos ver que las vidas que están tranquilas, confiadas y seguras son porque de ninguna manera dan cabida a la mentira que dice «estoy bien y no pasa nada», sino que enfrentan sus propias situaciones, haciéndole frente al error y a lo que se ha destruido por causa de esa ausencia de la verdad.
Por eso, el verso de hoy nos dice que, si conocemos la verdad, ella nos hará libres. Y si que nos hace falta, mirarnos en el espejo de la verdad, en el que solo Dios nos puede confrontar y sacar a la luz todo lo que no lo sea, pues es Jesús, el libertador por excelencia, quien nos deja con su gracia comenzar paso a paso a eliminar tanta mentira que pueda haber en nuestras vidas y darle cabida a la maravillosa experiencia de la verdad que trae libertad.
Vamos a orar.
Amado Dios, cuánto te amo y te necesito. Tú me conoces perfectamente y sabes que la mentira, el engaño y las apariencias me hacen doler y doler mucho, de pronto más de lo que yo mismo me pueda imaginar. Hoy te pido que me llenes de tu verdad y me permitas sacar a la luz todo lo que en mi vida se ha vuelto mentira y desolación. Quiero la alegría de tu verdad y la serenidad de no esconder nada ni a nadie. Quiero y anhelo la verdad de poder ser como soy, completamente verdadero y transparente como tú me diseñaste desde la eternidad. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 17 de Enero. Un libertador.
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Juan 8:32 NTV. Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Si nos damos cuenta, la mayoría de las dificultades que podemos experimentar vienen a nosotros por causa de los engaños y mentiras a los que les damos cabida en nuestras vidas. Uno de ellos viene disfrazado de apariencias, y con ellas, el pretender que todos allá afuera vean una versión de nosotros que realmente no existe o no es como se ve.
Muchas otras personas siguen lidiando en su intimidad con relaciones rotas con sus hijos, o sus cónyuges, y con mentiras y engaños que se van volviendo cotidianos. O, más bien, de esos asuntos de los que es mejor no hablar porque, ¿para qué?.
Así mismo, podemos ver que las vidas que están tranquilas, confiadas y seguras son porque de ninguna manera dan cabida a la mentira que dice «estoy bien y no pasa nada», sino que enfrentan sus propias situaciones, haciéndole frente al error y a lo que se ha destruido por causa de esa ausencia de la verdad.
Por eso, el verso de hoy nos dice que, si conocemos la verdad, ella nos hará libres. Y si que nos hace falta, mirarnos en el espejo de la verdad, en el que solo Dios nos puede confrontar y sacar a la luz todo lo que no lo sea, pues es Jesús, el libertador por excelencia, quien nos deja con su gracia comenzar paso a paso a eliminar tanta mentira que pueda haber en nuestras vidas y darle cabida a la maravillosa experiencia de la verdad que trae libertad.
Vamos a orar.
Amado Dios, cuánto te amo y te necesito. Tú me conoces perfectamente y sabes que la mentira, el engaño y las apariencias me hacen doler y doler mucho, de pronto más de lo que yo mismo me pueda imaginar. Hoy te pido que me llenes de tu verdad y me permitas sacar a la luz todo lo que en mi vida se ha vuelto mentira y desolación. Quiero la alegría de tu verdad y la serenidad de no esconder nada ni a nadie. Quiero y anhelo la verdad de poder ser como soy, completamente verdadero y transparente como tú me diseñaste desde la eternidad. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes